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Campanas de plomo... mal cubriendo la fragilidad de su piel, hechas de girones de papel y llenas de líneas que dicen, pero que no son atendidas.
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El plomo, blando pero protector y según dicen tóxico, pero... ¿ acaso no es más tóxico aquello que esconde su peligro e hiere en la penumbra, acechando la hora nona ?...
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... Los materiales que nada saben y las imágenes que hablan por sí solas, pero que esperan en silencio, se funden y refunfuñan porque el badajo aparenta no tañer... pero no es así, llegará su hora y la campana de plomo dejará oír su voz, solamente espera la evidencia de los hechos y entonces todo lo oído, lo hecho, lo aprendido, lo analizado y lo meditado, se fundirán en uno sólo y así llegará el momento, que más sabios, fluirán mejor los acordes.
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