viernes, 11 de febrero de 2011
* Ser un dictador es un trabajo ingrato...
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Aguas Internacionales - INTERNACIONAL - por Ramón Lobo.
No todos los dictadores acaban igual de mal
2011/02/10 - (...sigue)
Ser dictador es un trabajo ingrato. Uno se pasa la vida desvelado y en un sinvivir por el bien de su pueblo y un buen día ese mismo pueblo, ignorante y manipulado por las redes sociales y las cadenas de televisión por satélite, te da la puñalada. Un buen dictador se muere en la cama. Sin miedo, sin baltasargarzones revoloteando, sin miles de personas en la calle exigiendo tu dimisión, exilio o cárcel. Stalin lo logró. Franco, casi; esquivó todo menos a su yerno-marqués disfrazado de médico...
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Con esta fina ironía empieza Ramón Lobo su escrito... vale la pena repescarlo y leerlo... lo encontrareis en El País - Aguas Internacionales - 2011/02/11.
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